Extrañamente,
tanto el fiscal del caso como el abogado de los empresarios solicitaron la
suspensión de la audiencia que había sido fijada para hoy a las 9:00. El juez Blas
Ramón Cabriza fijó nueva audiencia para el 20 de noviembre próximo. Trabajadores
señalaron que el juicio es solo una presión para que vendan sus acciones de
Acepar.
Cabriza recibió
esta mañana en el juzgado de Villa Hayes a los cuatro trabajadores de Acepar imputados el pasado 6 de mayo
de 2010 por “Perturbación de la paz pública”. Los imputados que acudieron cumpliendo la orden judicial son Hugo
González Chirico, Daniel Ibarrola Cáceres, Mariano Velázquez Paredes y Hugo Cardozo Peralta, todos
miembros del sindicato de Trabajadores de Acepar. El propio fiscal de la causa,
Jorge Figueredo, solicitó la suspensión de la audiencia porque tenía otra audiencia
en el Poder Judicial de Asunción, según declaró.
“En vista de
que tengo tres pedidos de suspensión de esta audiencia preliminar, acceso a
esos pedidos y fijaré otra fecha de la audiencia”, señaló el magistrado ante
los obreros comparecientes. En el acta de resolución elaborada luego, se fijó como
nueva fecha el 20 de noviembre de este año.
El dirigente
cooperativo y sindical González Chirico
expresó al juez Cabriza que “no voy a solicitar una medida alternativa si usted
ordena mi arresto inmediato. Aceptaré su decisión”, a lo que el juez respondió que
la convocatoria judicial no tenía por
objetivo apresar a los imputados, sino una audiencia preliminar.
Daniel
Ibarrola, uno de los imputados, opinó que “esta suspensión de audiencia
demuestra que ésta medida es solo a los efectos de presionar a los obreros para
que vendan sus acciones –el 33%- de la acería, las que son apetecidas por los
nuevos dueños del 66% de las acciones de Acepar”. Ibarrola dijo que “la intención
es intimidarnos”, pero, agregó, que tanto la Cooperativa de Trabajadores de
Acepar como el Sindicato de Trabajadores de Acepar (SITRAC) “defenderán los
intereses de los trabajadores”.
La imputación contra los trabajadores fue a raíz de las protestas que realizaron frente a la sede de la acería, en la ciudad de Villa Hayes, reclamando el acatamiento por parte de la empresa de las sentencias de primera y segunda instancias emitidas en el Poder Judicial, para el cumplimiento del contrato colectivo de trabajo que beneficia a los trabajadores. Los trabajadores y sus familiares se movilizaron el 6 de mayo de 2010 para que los directivos de la empresa, entonces dirigidos por el argentino Sergio Taselli, cumplan con las resoluciones judiciales. Efectivos policiales y camiones hidrantes rodearon en un momento de la manifestación la sede la cooperativa de los trabajadores.
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