miércoles, 21 de agosto de 2013

Partícipes necesarios

El empresario Sergio Taselli es investigado en Suiza por lavado de dinero. La justicia...

Como se informó ayer, el empresario Sergio Taselli es investigado en Suiza por lavado de dinero. La justicia de ese país solicitó informes sobre las causas que tiene abiertas en la Argentina, y mostró especial interés en movimientos vinculados a las empresas energéticas EDECAT y EDEFOR, que Taselli controlaba en Catamarca y Formosa respectivamente. Las transferencias bajo sospecha relacionadas con EDECAT son cuatro, por 29 millones de dólares. Los movimientos se realizaron entre 2003 y 2009, y los fondos fueron inmovilizados por la Justicia suiza. Se presume que se trata del producto de la malversación de los subsidios que Taselli recibió del Estado para operar empresas de energía y ferroviarias y el yacimiento carbonífero de Río Turbio. Una de las maniobras de lavado de dinero más habituales es la denominada "back to back", mediante la cual se transfiere dinero negro al exterior y se lo recupera mediante un préstamo que otorga el mismo banco. La investigación suiza es otro elemento que se suma para abonar la convicción generalizada entre los catamarqueños de que el pésimo servicio de energía que padecen, mejorado ahora a un costo elevadísimo debido a la necesidad de alquilar generadores, es consecuencia de la desinversión por parte Taselli en EDECAT, desinversión injustificable desde que recibió recursos públicos para volcarlos en infraestructura. Sergio Taselli se hizo cargo de la prestación energética catamarqueña en 1996, cuando ya corría el segundo mandato del extinto Arnoldo Castillo. 

Desde el inicio mismo de la gestión privada, que se extendió, hasta la intervención de la firma en 2009, en las gobernaciones de Oscar Castillo y Eduardo Brizuela del Moral, se dispararon las sospechas por enjuagues indecorosos. Esta conducta empresarial sólo fue posible por la complicidad del Estado, que no ejerció los controles correspondientes ni accionó a pesar de las múltiples evidencias que condenaban a EDECAT. No lo hizo la Fiscalía de Estado, a pesar de los perjuicios arrojados al erario, ni el Tribunal de Cuentas, ni el ENRE. Las tropelías de Taselli, ahora con rango internacional, tuvieron como partícipe necesario al funcionariato encargado de evitarlas, denunciarlas y sancionarlas que, por dolo o culpa, incumplió sus funciones.

La impunidad con que Taselli administró EDECAT en Catamarca es palmaria. En 1997 -no hacía un año que el empresario se había hecho cargo del servicio-, el entonces diputado nacional Edmundo Soria solicitó a la Secretaría de Energía de la Nación que realice una auditoría a EDECAT para determinar si el proceso de adjudicación de obras para conectar a departamentos del oeste provincial al Sistema Interconectado Nacional, por un monto de 25,5 millones de pesos del FEDEI (Fondo Especial para el Desarrollo Eléctrico del Interior), se había realizado en forma regular. La inquietud surgió a partir de una denuncia realizada por un ex funcionario de la DECA, que aseguró que IATE, la empresa del grupo Taselli propietaria de la concesionaria, se había autoadjudicado las obras. También hubo sugestivos movimientos accionarios. En 1998, dirigentes y legisladores del FREPASO denunciaron ante Fiscalía de Estado que UNIVAL, una "empresa fantasma" radicada en Uruguay, se había quedado con acciones clase "A" de EDECAT en virtud de una transferencia contraria a lo normado en el contrato de concesión, que establecía que este tipo de acciones recién podía venderse 5 años después de la privatización, y siempre con autorización del ENRE. Pese a la contundencia de la denuncia, la Fiscalía de Estado no realizó investigación alguna. Desde estas dos denuncias iniciales, los elementos en contra de EDECAT se acumularon sin solución de continuidad mientras la calidad del servicio caía en picada, como cualquiera puede comprobar con sólo consultar el archivo de El Ancasti, donde consta una saga que incluye defraudaciones, sobrefacturaciones, utilización de insumos nocivos para la salud y hasta las condiciones de inseguridad en que trabajaban los empleados de la firma. El cúmulo de anomalías no bastó para movilizar los mecanismos del Estado. Sergio Taselli fue denunciado en 2007 por su hermano Alberto, no por quienes tenían la obligación de proteger los intereses de Catamarca y los catamarqueños. Le imputaron la administración fraudulenta de EDECAT. Quizás a la justicia suiza le interesen los detalles de la causa.

FUENTE: http://www.elancasti.com.ar/opinion/Participes-necesarios-20130816-0104.html

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